DIC
A 31 años del fin de la última dictadura cívico militar, tuvimos la enorme satisfacción de charlar con Juan Giordano, conocido por todos como "Juancho", quien fuera el primer Intendente de la vuelta a la democracia.
Docente, director y militante, le tocó gobernar la ciudad en el período pos-dictadura, cuando el país intentaba salir de años de azotes, muerte, tortura, endeudamiento público y crisis económica agravada luego de la Guerra de Malvinas, entre otras grandes catástrofes que hoy nos recuerda la historia.
Hijo de Antonio José María Giordano y de Germiniani Helvecia Michaud, pasó su infancia en Vera junto a sus dos hermanas rodeado de afectos, aventuras y picardías propias del pueblo.
Inició su etapa escolar en la escuela Nº 440 y continuó el secundario en Reconquista. A los 18 años emigró a Rosario para complacer a su familia que quería que estudiase medicina.
Pero, contrariamente a las expectativas de sus familiares, y quizás por el tironeo de su sangre Michaud, Juancho prefirió anotarse al profesorado de Francés, carrera que tuvo que abandonar a fines de los '50, cuando fue llamado a cumpir con el Servicio Militar Obligatorio en Curuzu Cuatiá.
De vuelta en Vera, sin poderse graduar, trabajó en el tradicional almacén mayorista de González y Fizz, y paralelamente, cubrió 4 horas de docencia reemplazando a Raquel Teresita Simian Yofre, quien estaba con licencia por materidad, ya que había dado a luz a Agustín Rossi (actual Ministro de Defensa) en octubre de 1959.
"Antonio Balestieri me nutrió de peronismo, ahi me hice peronista" admitió Juancho, quien reconoce haber empezado a militar a partir de una pelea con su padre que era radical antipersonalista.
Aunque aclaró que "la gran satisfacción de mi vida la tuve en la docencia", definiendo a la política como "un sueño negro". "Entré entusiasmado cuando ganamos las elecciones pero una vez ahí dentro me encontré con la serpiente en el jardín", recordó sobre el difícil perído que le tocó estar al frente de la intendencia, que comenzó el 12 de diciembre de 1983 y duró hasta que, paradójicamente, fue intervenido tres años después.
En los años 70, una época muy dura de nuestro país, fue perseguido por la triple A de López Rega cuando era gremialista de los educadores del norte, "ahí quedé marcado", afirmó, y luego, en 1977, estuvo 19 días detenido ilegalmente en el predio de la Guardia Rural de Santa Felicia, primero; y en la Guardia de Infantería Reforzada de Santa Fe, después.
Una entrevista llena de recuerdos, un pinceletazo por la historia de Vera a partir de un ciudadano "6 meses y un día mayor que el actual Papa Francisco", tal como él destacó.
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