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En abril, la inflación minorista fue del 2,8 por ciento y desaceleró casi un punto respecto de la inflación de marzo, informó el Indec. El rubro de alimentos y bebidas tuvo un aumento del 2,9 por ciento,por debajo del 5,9 por ciento de marzo
Sin embargo, la inflación núcleo, que es el objetivo de la política económica, se mantuvo en los mismos niveles que marzo y por arriba del promedio general, al marcar un 3,2 por ciento.
Si bien el dato es una buena noticia para el Gobierno, luego de la volatilidad que imprimió la salida del “cepo” sobre el precio del dólar oficial, es una preocupación el nivel de la inflación núcleo.
En tanto, la inflación en el rubro más relevante para los precios minoristas, el de alimentos y bebidas, cayó 3 puntos en abril respecto al mes anterior. Esto podría explicarse porque el traspaso de la devaluación fue anticipado por las empresas alimenticias y los canales de distribución, remarcando en marzo, junto al llamado del ministro de Economía a grandes supermercados para que rechazaran listas con aumentos considerados excesivos
En su última conferencia, el ministro Luis Caputo aseguró que “la inflación va a colapsar y en doce meses va a converger al nivel internacional” (2,4 por ciento anual en Estados Unidos). En la misma sintonía, días atrás el presidente Javier Milei afirmó que "la inflación va a colapsar" y pronosticó que "a mitad de año la inflación va a buscar perforar el 1 por ciento".
Núcleo
Sin embargo, la inflación núcleo es más alta. Se ubicó en 3,2 por ciento en abril, por arriba del IPC general y sin modificaciones respecto a marzo. Esta es la inflación objetivo de la política económica porque no tiene el efecto del componente estacional ni del regulado. De la mano de la desaceleración en alimentos y bebidas bajó también la inflación estacional (que mide frutas, verduras, ropa exterior, transporte por turismo y alojamiento y excursiones) que fue 1,9 por ciento en abril frente al 8,9 por ciento en marzo. A su vez retrocedió la inflación en regulados (como los servicios públicos, la comunicación, educación, tabaco, etc.) hasta 1,8 por ciento versus el 3,2 por ciento en marzo.
Las mayores subas en los precios de Alimentos y bebidas vinieron de la mano de los huevos (12,5 por ciento) y también del pescado (10,7 por ciento), de pollo (8,8 por ciento) y otros cortes vacunos que vienen subiendo con fuerza desde febrero. Entre los frescos, subió con fuerza el tomate (16,2 por ciento) pero el grueso de las frutas y verduras tuvieron deflación. El café molido tuvo un salto de 7,3 por ciento, y también subieron por arriba del índice general la leche fresca (3,4 por ciento) y el queso sardo (3,8).
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