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Disminuir o quitar la publicidad oficial es un acto de censura según lo expresó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los fallos ”Diario Rio Negro c/ Provincia de Neuquén” y en “Perfil contra el Estado Nacional”. En Santa Fe, Sin Mordaza sufre persecución de la misma índole por no alinearse al discurso socialista.
Lo peor que se le pude hacer a un gobierno que acaba de ganar las elecciones es marcarle las mentiras con las cuales engañó a un electorado que lo apoyó fuertemente.
Desde la soberbia del éxito socialista, no se toleró que Sin Mordaza publicara en su edición gráfica “Teníamos razón” por haber anticipado el 9 de octubre que el gobernador Antonio Bonfatti estudiaba un aumento de impuestos para después de las elecciones. También habíamos anticipado que lo mismo iba a ocurrir en Rosario, y no nos equivocamos. Salió el propio gobernador a desmentirnos y llegó hasta acusarnos de ser parte una prensa destabilizadora.
El multimedio Sin Mordaza viene sufriendo la discriminación del gobierno con la pauta oficial, hecho denunciado en varias oportunidades en los casi seis años de socialismo en la provincia. Pero con la altanería del último resultado electoral, los funcionarios de turno decidieron profundizar el castigo como señal inequívoca para que no surjan nuevos “libres pensadores” dentro del territorio provincial.
Hoy la mayoría de los medios importantes reciben suculentas pautas oficiales que generan una autocensura para no inquietar al león que controla atentamente la selva periodística y genera los correctivos necesarios en aquellos que pretenden opacar el relato.
Hay una pauta con tarifas actualizadas por resolución oficial año tras año para los amigos del poder; otra congelada al 2009 para los críticos como Sin Mordaza. Desde ese tiempo a la fecha el 90% de los medios actualizaron casi un 100% sus tarifas, cuando la mayoría perdió más del 50% de sus ventas o penetración en el mercado.
El Semanario Sin Mordaza mantiene su distribución gratuita en todo el territorio provincial con nuevos suplementos regionales sin achicar tirada. El portal de noticias Web lidera el ranking provincial junto a los tres multimedios más grandes de la provincia con 35.000 visitas diarias. El programa de TV Sin Mordaza se ve en 30 ciudades y recibe más de 6000 descargas semanales desde la página web.
Para el gobierno, este multimedio “es una piedra en el zapato” y para no caer en “discriminación” pautaba cifras casi irrisorias si se compara con otros medios. Por ejemplo: El socialismo salió a bancar un “pasquín socialista” que intentó desbancar a Sin Mordaza (imprimía la misma cantidad ejemplares, con misma cantidad de páginas y se distribuía en los mismos lugares) pero si bien recibía casi $80.000 mensuales de aportes oficiales a nivel municipales y provinciales, no aguantó y cerró por más de dos meses con despido de personal. Ahora reapareció por las elecciones y se edita quincenalmente con un quinto de la tirada y la mitad de páginas, pero sus amigos del poder le mantienen la misma pauta mensual para que se recuperen. Casi un millón de pesos al año para un medio sin penetración en la sociedad creado para ser “El diario de Irigoyen” pero que priva de medicamentos y elementos necesarios a muchos dispensarios de varias localidades.
Otros ejemplos son los portales de los muchachos de la sala de periodistas de Casa de Gobierno, donde en algunos casos no superan las 50 visitas diarias pero tienen banner autorizados desde los $3.500 a $5.000. mensuales. Según se comenta en los pasillos de la Casa Gris, es la forma de pagarle por sus servicios en las conferencias de prensa para hacer las preguntas que quiere el ministro de turno o defender a raja tabla la gestión. En cambio a Sin Mordaza, la resolución del 2009 establece que el banner superior izquierdo de 440 x 100 pixeles vale $ 3.000, pero si hubiera actualizado por las presentaciones realizadas en los últimos años debería costar $6.000 por mes. Más allá de las presentaciones y quejas realizadas no sacaron una resolución de actualización y siguieron pautando a la tarifa vencida. Sin Mordaza nunca dejó de publicar el banner hasta este lunes que tomó conocimiento que la Orden de Publicidad Nº 12089/2013 establecía un monto de $1.500 por el mismo banner previsto en la resolución 00057/2009 en $ 3.000, violando la normativa de contrataciones vigentes y cayendo en el delito de incumplimiento de deberes de funcionarios, porque se intenta censurar, discriminar y sancionar por no alinearse. La pauta debía ser por lo previsto o no emitirse, pero como la filosofía es dar algo para no discriminar, cometieron un grave error jurídico que le valió una Carta Documento de rechazo e intimación. Cabe recordar que la disminución o quita de la publicidad es un acto de censura determinado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los fallos ”Diario Rio Negro c/ Provincia de Neuquén” y en “Perfil contra el Estado Nacional” por citar algunos.
En materia de Televisión, SMTV está en 30 localidades del interior y genera 4 programas en Rosario y 2 en La Capital provincial. La pauta mensual ha llegado a cifras irrisorias, cuando cualquier programa semanal amigo del poder percibe hasta 10 veces más y se emite en una sola localidad.
Pero el hecho más grave es lo que hicieron con el programa de ONGs en Acción que se emite los domingos a las 19 por Cablevisión Santa Fe. Levantaron la pauta para castigar al multimedio sin importarles que vayan a perjudicar a más de 85 ONGs de Santa Fe que cuentan con espacio gratuito para dar a conocer sus acciones y actividades donde no se emite ni una palabra de opinión política.
Un relato mentiroso, al descubierto
Al gobierno le molesta el periodismo independiente que ejercemos en Sin Mordaza, donde mostramos la otra campana sobre la noticia oficial. Les molesta que anticipemos noticias que ellos guardan celosamente para que la sociedad no se entere de sus verdaderas intenciones.
Recordemos algunas denuncias de Sin Mordaza que molestaron a Binner y Bonfatti: a los 100 días de gestión titulamos “Pizza y Champagne a la rosarina” por los gastos de los funcionarios de en viáticos, hoteles, movilidad, celulares, etc. Cuando denunciamos sobrefacturación las compras de ropa policial, motocicletas y armas. Cuando mostramos la famosa palabra “Mentir” en el pizarrón de Sciara cuando preparaban la licitación de la Autopista Santa Fe-Rosario luego de haberle regalado 6 meses de explotación a una empresa amiga que sólo se limitó a cobrar sin hacer ninguna mejora. Cuando mostramos los altos gastos corrientes de Binner, luego de gastarse los 1600 millones que les dejo el gobierno justicialista y se endeudó en más de 1.500 millones en 3 años siguientes, o denunciamos la sub-ejecución de las obras públicas, la mentira de los presupuestos anuales, el impuestazo del 2012, los papelones en Seguridad, los incrementos de personal político (Obeid tenía 350 personas en gabinete de gobiernos y asesorías; mientras que el socialismo supera los 1.600, aparte de los 16.000 nombramientos en planta).
La soberbia y el autoritarismo no son buenos para la democracia, lo raro es que este socialismo santafesino tiene un discurso nacional muy distinto al que practica tranqueras adentro. En una provincia “normal, pluralista y participativa” como le gusta decir a Hermes Binner, el disenso no debería ser “pecado capital” al extremo de buscar acallar las voces de los que piensan distinto, al contrario, se debe debatir e imponerse con ideas y trabajo.
Como decía Noam Chomsky: “Si creés en la libertad de expresión entonces creés en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan”. Por ejemplo, Goebbels estaba a favor de la libertad de expresión para los puntos de vista que compartía, igualmente Stalin. Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión.
Para no llegar al extremo, pensemos en la reflexión de Mario Vargas Llosa: “Todas las dictaduras, de derechas y de izquierdas, practican la censura y usan el chantaje, la intimidación o el soborno para controlar el flujo de información. Se puede medir la salud democrática de un país evaluando la diversidad de opiniones, la libertad de expresión y el espíritu crítico de sus diversos medios de comunicación”.
Por último, el filósofo local y legislador socialista Roy Cortinasentenció: “La pauta publicitaria se usa como censura”.
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